16/04/2010 Trabajadores y estudiantes de ambas provincias se vieron perjudicados por un sorpresivo paro empresarial surgido de la vecina orilla, para reclamar por más seguridad en los ómnibus. Las colas en las paradas de remises eran de más de una hora de duración.
ientos de chaqueños y correntinos que utilizan el servicio de transporte interurbano de colectivos que une a Corrientes y Chaco se vieron perjudicados anoche, cuando desde minutos antes de la 21, los micros que cubren la traza dejaron de circular por una orden empresarial de la vecina provincia, con motivo de hechos de inseguridad que se sucedieron en las últimas horas y que, entre otras cosas, terminaron con una unidad incendiada.
“La reducción de los horarios por razones de seguridad es una alternativa que se trató durante la reunión de la Cámara de Empresarios del Transporte Automotor del Chaco (Cetach)”, indicó el gerente de la entidad, Raúl Padilla.
Lo concreto es que miles de chaqueños y correntinos se vieron afectados por la medida. Principalmente porque son muchos los que cumplen tareas laborales en zonas de Resistencia y Corrientes, pero fundamentalmente porque a esa hora todavía son muchos los estudiantes universitarios que asisten a cursar clases en ambos ejidos urbanos.
“Estoy desde hace casi 1 hora y media esperando que llegue un remís. La verdad es que la medida me tomó por sorpresa, porque vine a la siesta a cursar y me enteré en un intermedio entre una clase y otra”, señaló Marianela, estudiante de Derecho.
El problema que se da en territorio chaqueño y tiene un fuerte eco en la capital del Taragüí, fue anunciado y ratificado recién cerca del mediodía de ayer, cuando a esa hora ya son miles los que cumplen con sus compromisos en alguna de las dos ciudades.
“Yo me enteré a la tarde por la radio que escuchamos en el trabajo. Por suerte tengo una compañera que me brinda alojamiento y por eso me quedo a dormir en Resistencia, porque recién fui a la parada de remises y hay una cola de más de 100 metros”, comentó Claudia, una correntina que pasará, obligadamente, la noche en la capital chaqueña.
El problema
El paro empresarial tiene un trasfondo que va más allá del hecho de inseguridad. Fuentes chaqueñas señalaron que todo está relacionado con la propia interna de empresas para quedarse con algunas trazas que cubren otras, en donde además tendría una fuerte presencia algunas personas ligadas a sectores gremiales que también llevan una puja en la vecina provincia.
El hecho que desencadenó en el cese del servicio de anoche, se dio en la siesta del último martes, cuando dos sujetos abordaron un colectivo de la empresa Ersa, en jurisdicción de Puerto Vilelas, y sin mayores preámbulos obligaron a bajarse del rodado al chofer para trasladar el rodado hasta otro lugar, donde terminaron incendiando el vehículo.
Algunos señalan que la medida tiene que ver con una lucha de empresa, que cuenta con capitales correntinos, con otra de origen chaqueño, para poder quedarse con la traza que une la ciudad de Resistencia con la de Puerto Vilelas, pasando por Barranqueras.
Algunos apuntan que el atentado lo produjeron personas ligadas a la delegación chaqueña Unión de Tranviarios Automotor (UTA), que estarían apoyando a la firma chaqueña, en tanto que otros aducen que también pueden pertenecer a otro sector sindical enfrentado con la UTA.
Repudio y cese del servicio
Aunque nunca hablaron de paro del servicio, lo cierto es que la Cetach puso en vigencia un cese del recorrido de ómnibus en la zona de la capital chaqueña y también en los que van y vienen de Corrientes a Resistencia.
“Naturalmente desde la Cámara repudiamos este tipo de acciones. Todos los días hay un atentado: rotura de parabrisas, de lunetas, rayones adrede en las unidades, no se entiende el accionar. Hasta tiran un piedrazo adonde los pasajeros van sentados. Una astilla del vidrio puede generar una lesión muy importante, hay criaturas que van viajando. El repudio debe ser de toda la sociedad, no es una problemática sólo de la Cetach y de una empresa determinada”, indicó Padilla, el gerente del sector.
“Nos reunimos hasta altas horas de la noche para evaluar lo sucedido y conversamos con las demás empresas asociadas a la Cámara. Nos llama la atención el tipo de atentado y la periodicidad con que se realiza”, denunció.
Lo concreto es que ayer, el paisaje en cercanías del sector de paradas de colectivos en el puerto correntino, era un vendaval de chaqueños que esperaban volver. La gran mayoría ni siquiera sabía la medida adoptada por los empresarios, y los que sí sabían, no tuvieron más alternativas que esperar, pedir alojamiento en casa de algún conocido o simplemente hacer más de dos horas de cola, en la parada de remises.
En definitiva, una vez más, rehenes de un servicio de transporte de pasajeros que con tintes mafiosos, sigue perjudicando al usuario, quien una vez más es el último orejón del tarro
fuente: diariolarepublica.com.ar
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